Saturday, July 19, 2008

Amenazas de muerte por una galletita

Un estudiante universitario estadounidense ha desencadenado una ola de intolerancia por parte de un grupo de adeptos a un culto mistérico del Medio Oriente. Webster Cook, el estudiante en cuestión, se infiltró en una ceremonia del culto y se llevó uno de los elementos más sagrados, una fina galletita redonda sin sal que se da a los creyentes para que la ingieran. Según afirma el culto, las galletitas (reunidas en una copa) son por las palabras del oficiante en la carne del fundador de la secta, que murió hace cerca de dos mil años. Para los que participan de esta extraña creencia, el consumo de estas galletitas sin sabor (una mágicamente transformadasforma simbólica de canibalismo) les permite unirse místicamente con el fundador, un miembro de una etnia semítica que habitaba los alrededor del Mar de Galilea.

Si bien el valor monetario de la galletita es ínfimo, y la interferencia en la ceremonia del culto puede ser considerada una falta menor, a los ojos de los adeptos Cook cometió un gravísimo crimen cuando, en vez de ingerir la galletita, se retiró llevándosela consigo, lo cual comparan con un secuestro. El solo acto de no cumplir con el rito prescripto pone además a Cook en situación de ser acusado de profanación, término técnico que se refiere al daño o destrucción de cosas tenidas por sagradas.

Cook ha recibido amenazas de muerte de miembros del culto, cuyos líderes han calificado su retención de la galletita como similar a una "toma de rehén" y como un "crimen de odio". La administración de la casa de altos estudios ha cedido, hasta ahora, a la presión de esta secta, que constituye un importante soporte financiero para la universidad.

Más y más. El que la ha liado de veras, sin embargo, es un profesor rojo y ateo de Minnesota.

1 comment:

Anonymous said...

Escribes "rojo y ateo" como si fuera algo malo ;)

Buen post, por cierto.